Olvidado el sacrificio, en la actualidad se piensa que todo el producto de la sociedad, incluida cualquier expresión artística, debe servir a la idea del Progreso, del Bien Común o de la Humanidad. Frente a ello, Roberto Calasso nos habló sobre la literatura absoluta, es decir, sobre aquellas obras literarias que sobresalen por su calidad, por su «forma» y porque resultan totalmente refractarias a cualquier intento de utilidad social. En ese tenor, y siguiendo el pensamiento de Calasso, después de atravesar el vínculo entre la sociedad secular y el sacrificio, desglosamos algunas características de la literatura absoluta y reflexionamos sobre el papel que juegan el arte editorial y la literatura en la modernidad. Así, observamos los libros como objetos que nos permiten reconocer lo divino y al mismo tiempo rozar la eternidad.