En “El Aprendiz de Lengua Extranjera” el autor traza un paralelismo entre el proceso de aprendizaje de un nuevo idioma y la lengua materna que ya se sabe. Reconocemos en El Aprendiz de Lengua Extranjera, desde el punto de vista de la autoindagación y la autoetnografía como métodos, un encuentro con la palabra. Toma como pretexto la situación de enfrentarse al aprendizaje de una nueva lengua para ir acumulando, conscientemente, la experiencia sobre la palabra; buscando y observando diferentes matices en las situaciones donde se enfrenta el sujeto con la palabra. No es la palabra nueva la única protagonista, sino que esta situación le sirve al autor para indagar en la lengua materna.