La investigación sobre la incidencia del contexto espacial educativo en los procesos de enseñanza-aprendizaje ha dado lugar a una mayor conciencia de que los factores estéticos son condicionantes de la calidad educativa. Esta responsabilidad recae en profesionales de la arquitectura que proyectan las facultades y en quienes imparten docencia en ellas. Interesados por las oportunidades con que cuenta la plantilla docente de influir en el comportamiento que ocurre en las aulas, se plantea el presente estudio de caso, en el Dpto. de Arte de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Con el objetivo de identificar qué estrategias para la organización espacial de las aulas son observables entre el profesorado de enseñanzas artísticas universitarias, especialistas en estética. Para ello se hace uso de una Metodología Cualitativa basada en la Teoría Fundamentada con la que se analizan los datos recogidos mediante observación participante en más de 200 horas de clase, gracias a la participación de 22 docentes, durante el curso 2022-23. Los resultados ofrecen 11 tácticas propias de la Educación Superior en artes, compartiendo algunas estrategias con la Educación Infantil. Entre las conclusiones destaca que el profesorado ve limitadas sus posibilidades de intervención en la ambientación estética y recurre principalmente a modificar las disposiciones del alumnado en función de las actividades pedagógicas para mejorar las condiciones de aprendizaje.